«Al anochecer de aquel día, el primero de la semana, estaban los discípulos en una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Y en esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo:
«Paz a vosotros»
Y, diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor. Jesús repitió:
«Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo».
Y, dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo:
«Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos»».
Hoy, día de Pentecostés, la Iglesia celebra la venida del Espíritu Santo. Hace unas semanas fue la confirmación de 46 alumnos del colegio, que recibieron, por este sacramento, el don del Espíritu Santo.
La preciosa celebración, presidida por D. Severino —vicario episcopal territorial de Coruña— concluyó con unas palabras del mismo, en las que alentaba a los jóvenes a vivir con alegría su fe, a experimentar la presencia del Espíritu Santo en sus vidas y les recordó que la felicidad viene de Dios, y que «el Espíritu, cuando derrumba el corazón, nos hace sonreír».