Nuestra referencia al Paradigma de Pedagogía Ignaciana (PPI) sitúa al alumno como centro y protagonista del proceso de enseñanza-aprendizaje.

Nuestra práctica docente pretende conseguir un análisis detallado e individualizado del alumno y su contexto, ofrecer experiencias variadas y cercanas a la realidad, motivar la reflexión sobre lo aprendido y favorecer el compromiso del alumno con el entorno, desarrollando al máximo sus competencias y buscando su formación integral como persona para y con los demás.

Intentamos que el alumno desarrolle la capacidad necesaria para construir los elementos de su propio aprendizaje. Esto implica que el alumno adquiera competencias eficaces. El PPI nos permite utilizar la metodología más apropiada para cada objetivo de aprendizaje como técnicas expositivas, asambleas, aprendizaje basado en proyectos, trabajo cooperativo, resolución de problemas o estudio individual.

La atención a la diversidad. A través de programas de apoyo y refuerzo de competencias básicas procuramos atender tanto a los alumnos que presentan dificultades académicas como a los que tienen altas capacidades.